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19 agosto 2009 3 19 /08 /agosto /2009 18:56



 El delito, en su definición simple, constituye una violación de la ley divina. En sentido mas amplio, es la lesión social que se produce por el estado egoísta de la psiquis humana, o del espíritu, cuya evolución altruista no es lo suficiente avanzada al progreso alcanzado en un determinado contexto social como el nuestro.

 

  El delito en los momentos actuales se ha generalizado en los menores de manera alarmante y en general se piensa que el menor hurta, roba o asesina, lo relacionan con su pobreza, las drogas y el medio ambiente. Hay mucho de cierto, pero no a lo absoluto.. Además no todo menor comete delitos. Hay niños pobres inmersos en el delito. Pero los hay pobres y honestos que no lo realizan. Más hay niños de familias acomodadas que si lo realizan, son violentos y matan semejantes.

 

  Esa realidad de la tendencia del humano hacia la violencia y el crimen, fue lo que dio pie al especialista en criminología Cesar Lombroso su teoría o concepto del “criminal nato” Teoría que para sociólogos y psicólogos quienes ven solo el cerebro y ramas nerviosas del cuerpo como causa de la vida y de la conducta humana lo rechazan. Solo que Lombroso en sus investigaciones experimentales, comprobó la acción del espíritu como causa de la psiquis humana y el grado de evolución moral era atrasado. De allí la tendencia a la violencia y crimen ante una mayoría respetuosa de las leyes sociales establecidas

 

  Se comprende entonces, que si el espíritu fue en vidas pasadas criminal y ladrón, trae en su próxima existencia esas tendencias que no pudo dominarlas totalmente, las cuales se manifiestan a temprana edad. Estas reverdecen como simiente de su trágico pasado, si no encuentra el medio apropiado. Un hogar donde el amor y comprensión de los padres, pueda minimizar sus tendencias negativas y estimular sus virtudes,  transformándolo en hombre de bien.

 

  Lo último es una tarea dura que solo los padres pueden hacer y ninguna otra persona encargada lo puede superar. La realidad es dramática ante la familia y el abandono del menor. Mas el mundo camina y el hombre choca con la piedra tres o más veces hasta que aprende y adquiere conciencia de su ser trino de espíritu, alma y cuerpo. Sirva nuestro planteamiento racional y filosófico, para tener presente, que la justicia humana castiga el cuerpo, pero no corrige al delincuente espíritu, único responsable

 

    

 

 

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