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26 julio 2010 1 26 /07 /julio /2010 01:56

 

  Quien ha leído o vista en el cine la obra “El Retrato de Dorian Gray”, cuyo autor es el famoso escritor Oscar Wilde, podrá entender de manera simbólica, como las conductas malas o perversas, se proyectan en el alma, porque en ella propiamente reside la sensibilidad  y no en el corazón, el cual se corrompe como toda víscera del cuerpo.

 

  Como se sabe, el personaje Dorian era un apuesto y bien parecido joven de la época victoriana. Mas un amigo y admirador pintor le pide posar para pintar su silueta, Una vez terminado el cuadro le hace el regalo a Dorian con la mayor fidelidad posible para que perdure su juventud para la posteridad.

 

   Dorian guarda el cuadro. Pero ambiciona la eterna juventud. Se hace ver a modo de un pacto diabólico en la novela, en el que Dorian con el paso de los anos seguirá joven como el retrato. Pero su conducta, de roba corazones, conducta perversa, su filosofía el disfrute de los sentidos y un exacerbado narcisismo, le van dañando el alma. Y el alma de Dorian lo simboliza su imagen en el retrato.

 

 Esa imagen del cuadro se va deformando hasta hacerse monstruosa, que en las obras ilustradas, da cierto temor ver su figura ulcerada y negrecida, horrorosa en una sola palabra. Hasta aquí, esto es materia conocida y una muestra como se enferma el alma sin el sujeto saberlo.

 

  Pero hay algo más que agregar, que nos da una visión de conjunto. Merece recordarse ciertos aspectos para comprender al autor. Dicha obra se publico comenzando la última década del siglo diecinueve. Su escenario, a nuestro modo de ver, es el “siglo de las luces,” llamado también el “siglo de oro del Espiritismo”. El fenómeno espirita esta regado en toda Europa. El alma de los fallecidos, no solo existe después de la muerte, sino que se comunica con los vivos. Fue el tiempo de Allan Kardec cuando escribía sus libros sobre los espíritus y sus manifestaciones posmorten hoy muy conocidas. 

 

  La obra tiene sus críticos que enfatizan sobre los vicios de la sociedad del momento. Pensamos, que fue posible que Oscar Wilde, bebiera de esa fuente que nutria a Europa sobre al alma humana. Hay en ese mensaje una enseñanza moral que hace ver que la vanidad, belleza material y prejuicios sociales, son transitorios. El traje corporal nada vale ante la eternidad del alma inmortal.

 

  Al final, muere el cuerpo de Dorian, por apuñalar la imagen del retrato, Cae su cuerpo mortalmente y este sufre una transformación. El cadáver, toma la fea y deforme figura del cuadro y la del cuadro vuelve a su forma original, radiante e igual como al principio.  Lo que nos dice que la belleza del cuerpo es efímera y la del alma no, brilla mas mientras mas progresa su espíritu por ser inmortal, brillara siempre a medida que realiza el bien y no el mal.

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