El quince de cada mes de agosto, se cumple un aniversario mas de la muerte física de María, esposa de José de Nazaret y madre de sus siete hijos, en España a la edad de setenta y dos años.
Mucho se ha escrito sobre María, mas como un mito, que como mujer real y madre como todas que han sabido serlo. Pensamos sin temor a equivocarnos, que muchos españoles ignoran que sus restos materiales reposan en esa tierra. Porque la mítica tradición que oscurece la verdad histórica, dice que los cuerpos de Jesús y María ascendieron a los cielos. Lo que la razón filosófica y la ciencia no aceptan.
Puede surgir la pregunta, ¿por qué viviendo María al lado de sus hijos en Jerusalén, tiene que morir en tierra española? La razón de ese traslado es porque su hijo ultimo, Jaime, llamado Santiago Apóstol de España, viajó primero a esa región 19 años después de la muerte de su hermano Jesús, cuyo cadáver reposa en tierra palestina, al igual que otro apóstol, no pariente de Jesús, llamado Santiago el “menor” pero mayor en edad. Jaime, siendo menor, fue llamado “el Mayor” por ser hermano de Jesús. (Léase de Trincado J. “Vida de María”)
Jaime o Santiago continuó la obra de Jesús y funda 52 pueblos de aquel entonces. El rey de Salduba (hoy Zaragoza) estima a Santiago y ve la preocupación del hijo por lo lejano de la madre. Manda a buscar a María quien vino materialmente a España. Recorrió pueblos fundados por su hijo. Fue amada por las mujeres y madres españolas a quienes educó en el amor y crianza de sus hijos y desencarnó en los brazos de su hijo Jaime dándole un beso extensivo a toda la humanidad terrena. Loor a su espíritu.